Esta inquietud compartida con Gastón se transformó en un proceso de creación e implementación de políticas púbicas que duró alrededor de medio año, involucrando a muchas personas, instituciones, áreas, direcciones, entre otros actores. Como segundo resultado vendría entonces la creación del Programa Reciclando Valorizamos lo Nuestro.
Vengo participando en la creación, planificación, desarrollo e implementación de este programa —desde sus inicios y hasta la fecha— como Asesor en gestión de residuos sólidos urbanos de la Municipalidad de Concepción del Uruguay, articulando mi trabajo profesional con las áreas de Participación Ciudadana, Desarrollo Social y Cultura, con la Cooperativa de Trabajo Uruguay y con los vecinos.
El programa consiste en la implementación de un sistema integral de gestión de residuos en un área delimitada de la ciudad que abarca 114 manzanas, atravesando cuatro barrios con una población aproximada de 3500 personas, 1200 familias.
Se realizaron acciones de promoción, sensibilización y concientización a los vecinos informando e invitandolos a participar activamente en un desafío socio-cultural, ya que estamos todos convocados a lograr un cambio de hábito necesario: debemos dejar de tirar la basura en cualquier lado y de cualquier manera, tratando siempre de no mezclarla separandola en el momento de generarla y de entregarla en mano al recolector en los días convenidos.
La recolección diferenciada se realiza en dos frecuencias, lunes, miércoles y viernes para los residuos orgánicos, martes y jueves para los residuos reciclables. Un equipo de la Cooperativa de Trabajo Uruguay recorre las calles de los barrios por las mañanas en un camión con chofer y dos a tres recolectores. El recorrido se inicia con las calles «cortas» norte-sur y se cierra con las «largas» este-oeste.
Se creó un equipo de trabajo de campo integrado por 4 licenciadas en salud y promotoras ambientales, quienes caminan los barrios visitando a los vecinos puerta a puerta y conversando, entregando material de difusión, realizando encuestas, canalizando inquietudes y reclamos que aportan al trabajo conjunto en la problemática de los residuos.
Se han impreso y entregado a los vecinos folletos, volantes, imanes de heladera, carteles identificadores, entre otros materiales de comunicación realizados.
Se han realizado charlas informativas en clubes, salones parroquiales y escuelas, para vecinos de todas las edades, estudiantes de primaria y secundaria, con muy buen número de concurrentes y con activa participación y debate.
Compartimos también tardes de domingo en la placita 12 de octubre, disfrutando de talleres de arte y reciclado para los gurises del barrio.
Los resultados de las encuestas realizadas a los vecinos en dos oportunidades —la primera antes de empezar con el programa y la segunda habiendo pasado cuatro meses de recolección diferenciada— son elocuentes: antes de empezar, el 30% de los vecinos declaró que realizaban algún tipo de separación en origen; ya en la segunda visita el 90% de los vecinos declaró estar separando los residuos en origen y estar conformes con el servicio.
Estos resultados se verificaron también en la percepción del barrio antes y después: la separación en origen se comprueba claramente recorriendo el barrio, apreciando las distintas maneras de disponer las bolsas en las veredas, analizando sus contenidos y conversando con los vecinos.